Con esta especie me ha ocurrido algo que pasa con frecuencia a los
que, como yo, buscan plantas por los diversos puntos de la geografía regional.
Me habían dicho que esta especie de solanum podía encontrarla por la zona de
Cartagena, en lugares frecuentados por gaviotas que transportaran las semillas
en sus deposiciones. Seguramente es así, pero he ido dos veces a Cartagena en
su busca y no encontré ni rastro, aunque como suele ocurrir con frecuencia,
encontré algo que no buscaba (en este caso Aristolochia baetica).
Hoy, sin pretenderlo y por supuesto sin sospecharlo, en mi paseo
matinal por un lugar por donde paso a diario (está a escasos metros de casa),
me he dado de bruces con esta planta cuyas fotografías subo al blog. Es una
especie muy parecida a Solanum nigrum, aunque presenta tres o cuatro llamativas
diferencias: las bayas pasan de verde a anaranjado ó rojo (en S. nigrum pasan
de verde a negro), la inflorescencia es raro que presente más de 5 flores (en
S. nigrum lo habitual es que supere este número), el tallo, hojas y pedúnculos
están cubiertos de un indumento más patente que en S. nigrum como puede
apreciarse en las fotos. Por último, las hojas de S. villosum son casi tan
anchas como largas, mientras que en S. nigrum tienen el doble de largo que de
ancho.
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