Sabido es que los recuerdos relacionados con el olfato son de los más
duraderos y antiguos que solemos tener. Tal vez por ello, esta sea una de las
plantas de las que más recuerdos tengo de la infancia por su intenso aroma en
los tórridos días del verano molinense, creciendo invariablemente en los
brazales de riego de la huerta. Es una planta perenne, rizomatosa, caracerizada
por sus inflorescencias en espigas densas, de hojas pelosas, anchas y arrugadas
y flores de color blanco o rosado. Crece en suelos húmedos, conviviendo
frecuentemente con zarzas y juncos. Se distribuye por toda la zona
Mediterránea, siendo algo más rara en el norte de Europa. Cmo todas las epecies
del género mentha tiene propiedades medicinales como antiséptico y
analgésico, favorece la expulsión de gases y es beneficiosa para la digestión.
Sus hojas también sirven para aromatizar las comidas. Al parecer, en algunas zonas de España antiguamente
se extendía debajo de los colchones para ahuyentar las pulgas. También se ha
usado como alivio en las zonas irritadas por el contacto con las ortigas, de
donde el refrán "ortiga me quemó, mastranzo me sanó"
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