El cerrajón es una de las primeras hierbas
que aprendí a identificar de niño cuando acompañaba a mi padre a recoger
hierbas del campo y la huerta para usarla bien como ensalada o como comida para
los conejos que, como en casi todas las casas del pueblo, se criaban en el
"corral" para disponer del elemento esencial en la comida de los domingos "el arroz y conejo" o, incluso, para intercambiar o vender en el mercado semanal por otros productos necesarios para la casa. Puede alcanzar más de 1 m. de altura, con hojas
caulinares, con pequeñas espinas en sus márgenes, que envuelven el tallo,
lobuladas y con un segmento terminal más grande que los laterales que son más
delgados y girados hacia el peciolo de la hoja. Se diferencia de Sonchus
tenerrimus porque los lóbulos de las hojas son bastante más
anchos y por el pecíolo de las mismas, que es ancho y de aspecto foliáceo;
además las lígulas de las flores son más cortas y estrechas. De Sonchus
asper se diferencia porque este último tiene las
aurículas de las hojas pegadas al tallo y sus hojas son muy dentadas (pocas
veces lobuladas). Los capítulos florales se agrupan en corimbos y son de color
amarillo. Los frutos son aquenios comprimidos de color marrón, con 3 costillas
en cada cara y vilano formado por pelos blancos. Usos alimentarios: los brotes
verdes y tiernos (recolectados antes de que la planta emita el tallo floral) se
usan en ensaladas o cocinadas.También tiene un uso medicinal como diurético,
depurativo y contra afecciones hepato-biliares. Tiene un alto contenido en
vitamina C (antioxidante).
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