Se trata de un arbusto de hasta 2 m. de
atura, de tallos estriados, que constituye un endemismo íbero-magrebí,
exclusivo del sureste ibérico (Murcia, Almería, Granada y Alicante) y
Marruecos. En nuestra región es frecuente en terrenos margosos del interior
(desde Mula a la Sierra de la Pila) y en la mitad occidental de la franja costera.
Es una "especie muy bien adaptada a condiciones extremas. Estas plantas,
completamente secas tras el verano, durante el que pierden todas sus pequeñas
hojas, rebrotan con fuerza tras las primeras lluvias y presentan gran colorido
a mediados de noviembre, tras la fructificación... en la que los tépalos
continúan creciendo, desarrollando unas alas suborbiculares membranosas de
color llamativo, en la gama el rosado-purpúreo de intensidad variable, y en
ocasiones hasta blanquecino-verdosas...La escobilla, nombre común por el que se
conoce la especie en toda Murcia, se ha utilizado para realizar escobas muy
rudimentarias. También se han empleado sus ramas para barrer los higos chumbos." (José Antonio López Espinosa en http://www.regmurcia.com/servlet/s.Sl?sit=c,365,a,0,m,1050&r=ReP-8531-DETALLE_REPORTAJES). Suele crecer en bordes de caminos, taludes y
bancales de suelos margosos y salinos.
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