Esta preciosa planta, cuya flor sugiere a
cada cual la imagen de un distinto personaje (normalmente perteneciente a la
fantasía de cuentos y leyendas), a mi me recuerda a los juglares de la Edad
Media. Como personaje mágico y sorprendente así aparece en los campos dorados
castigados ya por los calores de las primaveras murcinas hacia finales del mes
de mayo. Es una planta que alcanza unos 40 cm. de altura, poco ramificada y con
ramillas finas, hojas inferiores muy divididas en segmentos lineares y las superiores
simples y lineares. Las flores se disponen en un largo racimo, poco espeso, de
un bonito color azul, zigomorfas (de forma irregular), con una larga espuela
hacia arriba. Los frutos los constituyen tres cápsulas alargadas, erectas y
unidas longitudinalmente (http://es.wikipedia.org/wiki/Delphinium_gracile).Se suele
encontrar en pastos secos y zonas incultas de casi toda la Península (Centro y
Sur) y Norte de Africa.
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