No todas las flores de las plantas son
vistosas, sino que hay flores como las del pino, las de la ephedra y otras
plantas que son muy poco vistosas. El por qué hay flores vistosas y otras que
no lo son se debe a las diferentes estrategias evlolutivas que han seguido las
plantas para lograr dispersar el polen que producen sus flores. Si la
dispersión del polen se deja que la haga el viento, no hace falta que la planta
invierta energia en producir néctar ni en fabricar pétalos grandes y vistosos.
En cambio, si la polinización se realiza a través de insectos, es preciso que
la flor produca para éllos alimento (néctar) y que presente unos pétalos muy
vistosos para que sea facilmente visualizada. La Ephedra es una planta
gimnosperma (es decir, que no tiene verdaderos frutos) y dioica (es decir que
unas son machos y otras hembras, siendo sus fores distintas). Las gimnospermas
forman un grupo muy primitivo de plantas (aparecieron hace 350 millones de
años) con unas 700 especies, la mayoría agrupadas en la clase de las coníferas.
Ha sobrevivido hasta nuestros días por estar adaptada a un hábitat muy extremo
donde la competencia es más reducida debido a la sequía. Es un arbusto muy
ramificado que puede alcanzar los 2 m. de altura. Los tallos tienen función
fotosintética ya que las hojas están reducidas a escamas de no más de 2 mm.
situadas en los nudos y fusionadas en una vaina. Comienza a florecer en abril
(en nuestra región ya en febrero se puede ver el comienzo de su floración) y
las semillas maduran durante el verano. Se distribuye por todo el Oeste del
Mediterráneo y en la Macaronesia. En cuanto a los usos de la planta, constituye
la fuente de la efedrina, alcaloide que que funciona como un constrictor de los
vasos y dilatador de los bronquios, por lo que esta sustancia es comúnmente
utilizada como antiasmático.
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