Me encanta la simetría y el color de las
flores de esta especie que, cuando está en flor no se puede confundir con
ninguna otra planta, dados sus preciosos y característicos capítulos azules que
podemos ver desde el otoño hasta la primavera entre las matas de los
pinares e incluso en matorrales abiertos en zonas secas y soleadas y sobre
suelos calcáreos, margosos o yesosos. Las hojas, lanceoladas y estrechas, son
de consistencia coriácea (recio pero flexible, como el cuero) propia de las plantas
que se desarrollan en ambientes secos. Tras las lluvias de septiembre comienza
a revivir floreciendo en otoño y continuando con su floración hasta marzo y
abril. Es una planta nativa de la cuenca del Mediterráneo en Grecia, Francia y
España y Norte de Africa. El fruto es un aquenio rodeado por el cáliz
persistente. Se ha usado en medicina popular como purgante y laxante. También
se ha utilizado para combatir el reumatismo (en los años 40 se preparaba a tal
efecto un producto llamado Prasoide utilizado
para combatir el reumatismo, la fiebre artrítica y la gota). No obstante parece
ser que su consumo produce irritaciones y trastornos del tracto digestivo con
vómitos y diarreas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario